La reportera Nakary Ramos, detenida el pasado martes junto a su esposo Gianni González, enfrenta una delicada condición médica en la columna que requiere atención especializada.
Ambos permanecen presos desde el 8 de abril, mientras su hija de 5 años ha quedado desamparada, según denunció el medio de comunicación Impacto Venezuela.
En un comunicado urgente, el medio informó que Ramos fue enviada al Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), y su esposo, quien trabajaba como camarógrafo, fue trasladado a la cárcel de El Rodeo II.
La familia atraviesa un momento crítico, además de la condición de salud de Ramos, su abuelo se encuentra gravemente enfermo y su esposo no cuenta con familiares en el país que puedan brindarle apoyo.
Privativa de libertad para Ramos y su esposo
El Tribunal 1° de Control del Área Metropolitana de Caracas dictó medida privativa de libertad para ambos, imputándoles los delitos de “instigación al odio” y “difusión de noticia falsa”.
Impacto Venezuela sostiene que la detención está relacionada con un reportaje realizado Ramos, el cual recogía testimonios ciudadanos y declaraciones oficiales, sin incurrir en ninguna conducta delictiva.
“Se les negó el derecho a ser asistidos por abogados de su confianza y se les impusieron defensores públicos”, detalla el comunicado, que denuncia además la desaparición temporal de ambos durante más de 24 horas tras su detención.
Compromiso con la libertad de expresión
Impacto Venezuela reiteró su compromiso con la ética periodística y el derecho a la información, y pidió la liberación inmediata de Nakary Ramos y Gianni González. Hizo un llamado a la comunidad nacional e internacional, a organizaciones de derechos humanos y a instituciones garantes de la libertad de prensa a pronunciarse ante este caso.
“La libertad de prensa es un derecho fundamental en toda sociedad democrática. ¡Informar no es delito!”, concluye el comunicado.
El Carabobeño