La Agencia Central de Inteligencia (CIA) reveló que los dos ciudadanos vascos detenidos en Venezuela bajo acusación de ser “terroristas y agentes del CNI”, José María Basoa y Andrés Martínez, se encuentran “en buen estado” y que comparten horas en el presidio con otros internos en un régimen “de semi aislamiento”.
La información fue publicada por The Objective en un artículo en su portal web, donde aseguran que el enviado de Donald Trump para misiones especiales, Richard Grenell, consiguió el pasado 1 de febrero sacar de Venezuela a seis compatriotas que habían sido detenidos por el régimen de Maduro en los últimos meses.
“Despegamos y nos dirigimos a casa con estos seis estadounidenses”, reveló ese día Grenell en la red social X junto con una fotografía en la que aparecía con los recién liberados en el interior del avión de regreso a Washington. En las cárceles venezolanas quedaron otros siete estadounidenses con acusaciones similares.
Entre los seis liberados se encontraba David Estrella, de 62 años y segundo por la izquierda en la imagen distribuida por Grenell, en la que aparece con abundante barba. Estuvo detenido en el país sudamericano un total de 154 días y durante ese tiempo coincidió con Basoa y Martínez en la cárcel de Rodeo I. El nombre de la prisión fue adelantado por El Mundo la pasada semana.
Si bien Amnistía Internacional advirtió en junio del año pasado que las condiciones de reclusión en dicho penal son “crueles, inhumanas y degradantes, y en ciertos casos, podrían llegar a constituir tortura”, Estrella ha explicado a los agentes de inteligencia de su país que los dos españoles están bien alimentados, “con buen ánimo” y que comparten varias horas del día en zonas comunes de la prisión. Una situación parecida por la que han pasado algunos de los estadounidenses liberados.
Esta información sugiere, a juicio de fuentes de la CIA, que el Gobierno de Maduro tiene un trato más benigno con los presos extranjeros en Rodeo I, pues hay constancia por organizaciones humanitarias de que los venezolanos encarcelados allí no disfrutan de las condiciones descritas por Estrella y otros liberados por la mediación de Grenell.
El hecho de que Basoa y Martínez estén en un régimen de “semi aislamiento” significa que pasan la mayor parte de las horas del día en las celdas, aunque se les permite estar juntos unas horas en el patio y otras zonas comunes del penal. El citado Estrella no ha podido concretar si los dos amigos vascos comparten encierro o están en celdas individuales, si bien ha podido hablar con ellos en varias ocasiones.
Maduro se mostró muy beligerante con los españoles cuando se produjo las detenciones en septiembre. En aquel momento afirmó que ambos eran “terroristas” que en “sus tiempos libertarios ponen bombas”, mientras que sus familiares insistieron en que eran simples turistas.
“Es un nuevo tipo de turismo: turismo de aventura. Vienen a poner bombas y matar gente aquí. Turismo explosivo”, ironizó el perdedor de los comicios del 28 de julio durante su intervención en el programa Con Maduro+.
Maduro aseveró que “los capturados están convictos y confesos” y que las “pruebas” mostradas no eran “ni el diez por ciento de la plena prueba que ya está en manos de los órganos de justicia”. Al hilo de ello, advirtió de que los magistrados “involucran a los turistas pacíficos de varias nacionalidades europeas que venían a poner bombas y a matar”.
El ministro de Interior, Diosdado Cabello, acusó a Basoa y Martínez de tener “vínculos con el Centro Nacional de Inteligencia” español y con figuras cercanas a la oposición venezolana que estarían preparando “un plan para asesinar” a Maduro así como a la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, y a otros dirigentes del chavismo.
El Gobierno de Pedro Sánchez negó que los dos detenidos perteneciesen a los servicios de inteligencia españoles y Exteriores transmitió una nota verbal a Caracas “pidiendo acceso a los detenidos”.
Versión Final