Colombia enfrenta una problemática debido a la posible escasez de gas, después de que el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, alertara sobre un déficit aproximado del 10% al 12% en la demanda nacional actual que, probablemente, podría elevarse al 20% o 25% para el próximo año de no tomar medidas efectivas en los próximos años.
De hecho, el funcionario de la petrolera estatal afirmó a Noticias Caracol que “desde 2015 no se incorpora una reserva adicional de gas al consumo nacional, distinto al fracking de Estados Unidos”, por lo que inició trabajos mancomunados con empresas como Shell, Oxy y Petrobras en actividades exploratorias, con el objetivo de aumentar la oferta de gas.
Sin embargo, Roa volvió a insistir en la alternativa de traer el hidrocarburo desde Venezuela, a pesar de las críticas de la oposición al Gobierno nacional y las fuertes sanciones que existen por parte de Estados Unidos contra el vecino país. “No se ha descartado importar gas de Venezuela, es una alternativa que hay que seguir observando”, señaló el presidente de Ecopetrol.
Entretanto, la incertidumbre se ha agudizado en el sector energético colombiano tras las polémicas declaraciones de Roa, exacerbada también por las propuestas de Gustavo Petro para descarbonizar la economía, las cuales no han sido bien recibidas por las compañías del sector.
Estas empresas, aunque buscan una transición energética, aún dependen de los hidrocarburos. La dependencia en hidrocarburos no solo es significativa en términos medioambientales, sino también financieros, ya que Ecopetrol contribuye sustancialmente a las finanzas públicas del país, siendo el accionista principal con un 88% de participación.
En una conversación con Noticias Caracol, Roa explicó que la importación de gas incrementaría los costos para el país, debido a los nuevos gastos logísticos involucrados. “Eso va a subir dos o tres veces el costo de la molécula de gas aquí”, aseguró el funcionario, añadiendo que el aumento en las importaciones será inevitable, aumentando de un 7% a un 14% en tan solo un año.
Además, el cierre del grifo del petróleo ha provocado mayor incertidumbre en las finanzas públicas. Esto es preocupante dado que el Gobierno se beneficia en gran manera de las ganancias obtenidas por Ecopetrol. En cuanto al gas, el panorama no es mucho mejor. El desabastecimiento ha aumentado y las posibles importaciones podrían representar altos costos para los consumidores nacionales.
Roa también se refirió al costo de la gasolina, afirmando que se mantendrá estable, aunque el diésel podría experimentar un incremento de 3,000 pesos por galón. Esto, según él, es esencial para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc). “Tener presente que cada 1.000 pesos por galón representan al año 2,4 billones menos de déficit del Fepc”, remarcó.
La situación se complica más con los efectos financieros recientes. Según el exministro José Manuel Restrepo, la exploración es crucial para la empresa en el contexto actual. En declaraciones a Semana, destacó que “en términos financieros, los resultados no son buenos, son malos. La utilidad cae en el primer semestre del 24%”. Además, mencionó que las ventas han caído un 5% y la generación de caja casi al 4%.
A mediados del año, Roa mencionó que Ecopetrol junto con Pdvsa y Cenit habían evaluado la infraestructura necesaria para iniciar las importaciones de gas a mediados de 2025. Sin embargo, el panorama político en Venezuela y posibles sanciones podrían alterar estos planes. “Está por verse cómo cambiarán esos planes, principalmente pensando en potenciales nuevas sanciones de Estados Unidos a Venezuela”, indicó Roa.
El panorama del sector energético en Colombia es incierto y lleno de desafíos. Con un déficit de gas que podría empeorar, y planes de importación que implican altos costos logísticos, Ecopetrol enfrenta un reto para asegurar la estabilidad energética del país. Las decisiones políticas y económicas que tome el gobierno serán cruciales en los próximos meses.
Infobae