Los equipos de ingenieros se centraban en la titánica tarea de retirar los restos del destrozado puente Francis Scott Key del río Patapsco, en Maryland, el primer paso hacia la reapertura del puerto de Baltimore y la recuperación de los cuerpos de cuatro trabajadores latinos dados por muertos que siguen desaparecidos.
Un enorme buque portacontenedores derribó la estructura el martes luego de golpear uno de sus soportes principales. Los expertos están tratando de determinar cómo “dividir el puente en piezas del tamaño adecuado que podamos levantar”, indicó el contraalmirante de la Guardia Costera de Estados Unidos, Shannon Gilreath, en una conferencia de prensa este viernes.
Las herramientas que se necesitan en el proceso ya están listas: siete grúas flotantes —incluyendo una de las más grandes de la Costa Este, con capacidad para levantar 1,000 toneladas— 10 remolcadores, nueve barcazas, ocho buques de salvamento y cinco de los guardacostas.
“Al salir y verlo de cerca, te das cuenta de lo ingente que es esta labor", declaró el gobernador, Wes Moore el viernes en la tarde, mientras a sus espaldas se alzaba una imponente grúa. “Con una operación de rescate tan compleja —y, francamente, con una operación de rescate así de inédita— tienes que planificar cada momento”, añadió.
Moore visitó la zona y vio contenedores de transporte destrozados “como papel maché”. Las piezas rotas del puente, incluyendo el soporte de acero, pesan hasta 4,000 toneladas.
Los restos han impedido la entrada y la salida del puerto de otras embarcaciones, y también obstaculizan los trabajos de rescate. “Tenemos que ofrecer una sensación de cierre a estas familias”, dijo el gobernador.
La magnitud de los escombros dificultan las labores en el puente Francis Scott Key
Moore habló también sobre el grave impacto económico del desastre y afirmó que “de lo que estamos hablando hoy no es solo de la economía de Maryland; se trata de la economía de la nación. El puerto maneja más autos y más maquinaria agrícola que cualquier otro puerto de este país”.
El Departamento de Transporte de Maryland está planificando ya la reconstrucción del tramo afectado y “sopesando métodos innovadores de diseño, ingeniería y construcción, de forma que podamos ejecutar rápidamente este proyecto”, afirmó su secretario, Paul J. Wiedefeld.
Por su parte, Adam Ortiz, responsable de la Agencia de Protección del Medio Ambiente para el Atlántico Medio, dijo que en el agua no había indicios de vertidos activos desde el Dalí ni de materiales peligrosos para la salud.
Las víctimas, que formaban parte de una cuadrilla que reparaba los baches en la calzada en el momento del siniestro, eran de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, según funcionarios. Tras el impacto del buque contra el pilar, al menos ocho personas cayeron al agua, pero dos fueron rescatadas.
Univisión / AP