El Gobierno condenó este sábado los bombardeos de Estados Unidos contra Yemen -en respuesta a los ataques de los rebeldes hutíes en el mar Rojo-, al considerar que estas acciones generan una mayor desestabilización en el Medio Oriente.
A través de un comunicado, rechazó, «de manera categórica», los bombardeos, los que calificó como «una acción ilícita y violatoria del derecho internacional que solo contribuye a generar mayor desestabilización en la región».
«Venezuela insiste en que la única vía para garantizar la paz y la estabilidad en el Medio Oriente pasa por el cese del genocidio en la Franja de Gaza, llevado a cabo por Israel, así como el inmediato cumplimiento de todas las resoluciones de Naciones Unidas para la instauración de un Estado palestino libre y soberano», señala el escrito.
Asimismo, el Ejecutivo de Nicolás Maduro instó a la comunidad internacional a ejercer «todas las medidas de presión necesarias para el restablecimiento de la legalidad y justicia internacional en la zona», para evitar «una escalada del conflicto», que -reiteró- es «originado por la barbarie israelí en Palestina».
Este sábado EE.UU. bombardeó por segundo día consecutivo posiciones militares de los hutíes en el Yemen para destruir las capacidades de los insurgentes de atacar navíos mercantes en el mar Rojo, unas acciones que están provocando severas disrupciones en el comercio marítimo global.
Desde mediados de noviembre, los hutíes han lanzado decenas de ataques contra buques mercantes en el mar Rojo con el objetivo declarado de perjudicar económicamente a Israel mientras prosigue su ofensiva contra el enclave palestino, lo que ha provocado la respuesta de EE.UU. y del Reino Unido.
Tras el estallido de la guerra en Gaza el 7 de octubre, milicias proiraníes en Irak han lanzado más de un centenar de ataques contra posiciones estadounidenses en el país y en Siria, mientras que Washington ha respondido a estos ataques bombardeando a estos grupos incluso en Bagdad, alimentando la escalada de tensión.
EFE